https://www.heraldo.es/noticias/aragon/2017/05/07/para-campo-vida-1173977-300.html
David Lafoz, de 18 años, es uno de los 432 jóvenes agricultores aragoneses que iniciaron su actividad laboral en el sector agrario el año pasado. Es festivo, pero David Lafoz, que acaba de cumplir su mayoría de edad, ha empezado temprano la mañana en el campo, a pesar de que son las fiestas de la Virgen del Pueyo, patrona de Belchite, localidad en la que reside. Él es uno de los 432 jóvenes agricultores que comenzaron a trabajan el campo en nuestra comunidad en 2016, según los datos del Gobierno de Aragón. Solo un tercio de ellos es menor de 25 años, lo que da una idea de lo envejecido del sector, que cuenta con una media de edad de 60 años.
En los dos primeros meses de 2017 tan solo 42 jóvenes agricultores se han incorporado a esta lista. Muchos de ellos se inician en este sector por vocación. “Hay gente que sueña con subirse a un tractor desde que tiene dos años y nos hay nada que se les ponga por delante, a pesar de las dificultades”, asegura Emilia Guillén, secretaria provincial de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA).
Es el caso de David. “Cuando mi padre me llevaba de pequeño al campo ya me gustaba y decidí meterme en este mundo con 15 o 16 años”, explica el joven agricultor de Belchite.
Hace un año comenzó a trabajarlo de manera profesional. Doce meses intensos y complicados en los que ha lidiado con bancos, ha pedido ayudas públicas y ha comprado tierras y maquinaria. “No es fácil ser agricultor y más ahora siendo joven. Hay que hacer inversiones fuertes y las subvenciones son pocas y llegan tarde. Además, siempre hay que estar modernizándose y comprando nueva maquinaria”, dice Lafoz.
Las ayudas públicas, indispensables.
Este agricultor belchitano pidió hace meses las ayudas que concede la DGA a los jóvenes que, como él, comienzan su carrera profesional en el sector agrario. Acaba de recibir el 30% de esa subvención, unos 14.000 euros, que le servirán “para salir del paso e ir ayudando, porque las inversiones que he hecho han sido importantes, de unos 400.000 euros entre la compra de tierras y de maquinaria. Lo mínimo para poder empezar”, asevera el joven.
En los últimos años se ha visto un incremento de jóvenes que ven en la agricultura una salida profesional. “Ha crecido el interés gracias a las nuevas ayudas de la DGA, porque, de otra manera, su incorporación sería muy difícil”, dice la secretaria provincial de ASAJA. “Además, la mayor parte de estos jóvenes vienen de familias de agricultores, lo que les facilita el trabajo al disponer ya de maquinaria en el entorno familiar. Si no tienes raíces en el campo es bastante más complicado”, lamenta Emilia Guillén.
A David le ha ayudado su familia pero también recurrió a una entidad financiera “porque si no era imposible”, se lamenta el agricultor, que compagina su labor en el campo con el estudio del grado medio de FP de Técnico Agropecuario en Zuera, donde comparte clase con otros jóvenes como él, que ven en el campo su futuro laboral. A pesar de que el camino para lograrlo no sea fácil. “Hay dificultades de todo tipo. Pero también de tiempo, ya que metes muchas horas, dejas de salir con los amigos, madrugas mucho y vuelves a casa tarde”, relata Lafoz.
Su jornada comienza temprano, a las 7.00, y acaba tarde. “Hay días que a las 21.00 o 22.00 todavía estoy en el campo. Es muy sacrificado y es así todos los días del año”, dice el belchitano.
A pesar de ello lo tiene claro. “Mi visión de futuro es estar en Belchite. Para mí el campo es la vida. Me crié aquí con mi padre y espero seguir”, concluye el joven agricultor.
