El Instituto Nacional de Estadística (INE) español publicó a finales de noviembre la quinta edición de la Encuesta de financiación y gastos de la enseñanza privada (incluye también a la concertada), con datos del curso 2014/15.
El documento detalla las fuentes de ingresos, y a qué se dedican los recursos obtenidos. Un punto de especial interés es la cantidad de dinero público destinado por la Administración a los centros concertados. Durante los años de la crisis, algunos han criticado el supuesto trato preferente a este sector por parte del gobierno (aunque la mayor parte de las subvenciones provienen de los ejecutivos autonómicos, no del central). Según esta visión, los recortes han afectado a los colegios públicos, y en cambio, no han tocado a los concertados.
Sin embargo, los datos del INE no dicen eso. Desde el curso 2009/10 (al que se refería el anterior informe) hasta el curso 20014/15, los ingresos por subvenciones públicas en los centros concertados descendieron una media de181 euros por alumno: de 3.050 a 2.869. Si bien es cierto que la caída fue mayor en los colegios estatales (de 5.606 a 5.169 euros, según la última edición del Sistema estatal de indicadores de la educación), la cuantía absoluta seguía siendo considerablemente mayor en estos últimos. Parte de esa desigualdad se explica por factores estructurales de la red pública, pero también existen otras diferencias que no responden a necesidades educativas y de cobertura.
Otra de las críticas frecuentes hacia los centros concertados es que se lucran a través de las cuotas pagadas por los padres. En concreto, algunos denuncian que, en algunos casos, estas son exigidas (en vez de voluntarias, como exige la ley), y otras veces se camuflan bajo la forma de pagos por servicios complementarios.
Según los datos del INE, las familias aportaron una media de 957 euros por alumno en el curso 2014/15, una cantidad que no colma la desventaja en términos de financiación pública con respecto a los centros estatales. Por otra parte, si bien es cierto que lo cobrado por cuotas aumentó desde 2010, este incremento se corresponde exactamente con el descenso en la aportación pública. Es decir, el dinero de las familias simplemente ha rellenado el hueco dejado por la Administración en ese mismo periodo.
Otro dato que aporta el informe del INE es la diferencia de ingresos entre los colegios concertados religiosos y los de titularidad civil. La aportación pública por alumno fue 200 euros menor en los primeros, que además cobraron casi 500 euros menos a las familias en concepto de cuotas.