Copiamos una noticia publicada en El Diario del Alto Aragón el domingo 4 de diciembre de 2005.
En los ambientes rurales de mediados del siglo XX, fueron muchas las personas del sector agrario que tuvieron que emigrar, en algunos de los casos en una desesperada huida hacia Francia y Alemania, se trataba de los jóvenes de aquellos años que no eran conformistas, es más, podríamos decir que fueron los más preparados, los más emprendedores, los más audaces que se arriesgaban a emigrar, quizá por una falta de preparación que les planteaba un futuro incierto. Tengamos en cuenta que eran los componentes de un sector de la juventud, el del campo, que permanecía en silencio, pues durante el medio siglo que había transcurrido, esta juventud no había planteado problema alguno y habían llegado a unos momentos en los que todavía para muchos, para quedarse en el campo, pues todavía no se pensaba en llamar explotación agraria al patrimonio familiar, no era necesario estudiar, por ello, el medio rural atravesaba un retraso educativo, cultural, social y económico, que lo ponía en clara desventaja con el medio urbano, lo cual, sumado a una serie de carencias, daba como resultado otro segundo éxodo o inmigración, en este caso hacia el medio urbano en busca de un trabajo remunerado con horario fijo y sin gran preparación.
Toda la problemática surgida de este estado de cosas, será el caldo de cultivo que mueve a un grupo de personas que tras estudiar las diferentes modalidades de formación que están funcionando en nuestro país se desplazan a Francia, Italia y otros países europeos para buscar modelo de referencia que se aproxime a su concepto de desarrollo rural. En Francia y sobre la base de las “Maison Familiale ” que funcionaban desde 1937, tomaron modelo para la “Escuela Familiar Agraria”, donde poder formar a las personas del medio rural, fomentando la participación de los padres en la formación de sus hijos, a la vez que se propiciaba el asociacionismo dentro de la sociedad agraria, y se favorecieran los valores éticos y espirituales en los trabajadores rurales. En suma, se trataba de lograr un sistema educativo que hiciera posible la promoción y desarrollo del medio rural desde el propio medio. Con estos fines y postulados, en el año de 1967 se crean las EFAs en España, siendo las primeras implantaciones en Andalucía y en la región de Aragón en el año de 1970, estando regidas por las asociaciones de padres de alumnos y de antiguos alumnos, logrando formar en sus centros a mas de 35.000 jóvenes pertenecientes a unos 2.000 pueblos españoles, y estar presentes en el momento actual en 9 Comunidades Autónomas.
Editado por las Asociaciones EFA de Montarrón (Épila), El Poblado (El Grado), El Salto (Zuera), Bolares (Ejea de los Caballeros), El Castillejo (Calamocha) y La Noria (Pinseque) en el mes de julio de 1985 nacía el Boletín Informativo ”Escuelas Familiares Agrarias de Aragón”, una publicación periódica en tamaño folio, con 16 páginas, su consejo de Redacción está compuesto por Juan Lino Lasierra Castejón, como Presidente; Joaquín Paricio y José Pedro Sierra, como Asesores Técnicos; Manuel Marco, Miguel Coscullano, Hermenegildo Elvira, Inmaculada Guridi y Cosme Arrabal como Vocales y José Mur Beneded, como Secretario.
Nacía este Boletín Informativo entre dos cursos, pretendiendo ser al mismo tiempo nexo de unión entre las distintas Asociaciones EFA de Aragón y el cauce por el que se pudieran conocer todas las actividades desarrolladas por estas Asociaciones, así como la filosofía y las peculiaridades de la promoción rural de las EFA, sin dejar por ello de dar una puntual y amplia información sobre los temas que de actualidad afectaran o incidieran sobre los agricultores. Con esta vocación formativa e informativa, cuando ya han pasado por las escuelas aragonesas mas de dos mil alumnos, ve la luz y es noticiario del importante evento que se acaba de celebrar con sede compartida entre Zuera y El Grado, el “Encuentro Europeo de Maisons Familiares Rurales” que ha servido para corroborar, apoyar y potenciar las tesis educativas en las que se asientan las Escuelas familiares Agrarias.
En este su primer número, tras el Editorial en el que se explica como las EFA han aportado al sistema educativo español un auténtico proyecto de formación para las nuevas generaciones de agricultores, cada una de sus páginas estaba dedicada a la información de una asociación, así es como se suceden las noticias que hablan de más de 500 personas en la X Asamblea de la asociación El Poblado, las visitas de estudio, tertulias, actividades formativas y cursos de la Montarrón de Épila, la asamblea 85 de El Salto en Zuera, la formación en el medio rural de La Noria de Penseque, asamblea y programa de actividades para el próximo curso programadas por El Castillejo en Calamocha, la información de Boalares de Ejea de los Caballeros, para entrar en las páginas sucesivas con informaciones y trabajos que tienen su centro de partida en un estudio sobre el “Perfil de la Comunidad Europea”, “Tratado de Adhesión”, “La Europa del Consumo”, pero no solamente se tienen puestas las miras en la Comunidad Europea, sino que también se aborda en un extraordinario trabajo el cultivo del maíz en nuestra región, con apartados que profundizan en la alternativa de este cultivo, las labores preparatorias, el abonado, la siembra, las plagas, enfermedades y tratamientos, estudio económico. Cerrándose con una página dedicada a los padres, la orientación y la profesión de sus hijos y la última página con la Agenda del Empresario Agrario. Esta publicación contó con una extraordinaria acogida en todas las Escuelas de Aragón, en un momento que si nos retrotraemos veinte años atrás, suponía un esfuerzo extraordinario simplemente el salir con una edición a la palestra informativa, aunque fuera para un sector reducido, siendo en este caso más complicado al tener que llegar a un numero elevado de familias (alumnos y ex alumnos) que tuvieron con sus páginas la información oportuna.
Iniciado el curso 1985-86, salía su segundo número que mantendrá la misma estructura en sus páginas, es decir, una para cada Asociación y Escuela, en las cuales, a dos columnas de texto acompañadas de una o dos fotografías, se van presentando los diferentes temas : Objetivos y Programación, Cursos de Comercialización Agraria, Jornadas de Legislación, Prácticas de laboreo del suelo, Informaciones sobre abonos líquidos, Estudios de las razas y perspectivas del ganado ovino ante la CEE, y Mesas redondas sobre El diálogo en la familia, Educación de la libertad, etc, incluyendo un informe sobre “Las agrupaciones de Productores Agrarios, (APAS), ante la necesidad imperiosa de adaptar la normativa española a la Comunidad Económica Europea, un tema sobre el que los agricultores debían, con carácter de urgencia, ponerse a trabajar y tomar cartas en el asunto, que desde luego planteaba una serie de posibilidades, pero también de dudas e incertidumbres en aquellos días, por ello, se analizan el reglamento de la CEE y las ventajas que ofrecían las APAS comunitarias, todo esto junto a las páginas que bajo la sección titulada “Informe” presentan el análisis en paralelo de la legislación española acerca de las Agrupaciones de Productores Agrarios, poniendo además en relieve la necesidad de promover la autodisciplina voluntaria de los agricultores en materia de producción, almacenamiento y normalización, de modo que se pueda obtener una mas coherente oferta en origen de los productos agrarios y que se lleve al ámbito rural el concepto de la comercialización como la culminación del esfuerzo productivo, a la vez que asegure a los compradores un abastecimiento más regular en cuanto a cantidad, ritmo de entregas y precios. Por las páginas de este número es conocida la actividad de la EFA femenina que en este curso acoge a 21 nuevas familias, cuyas hijas van a cursar en la Escuela las enseñanzas regladas de Formación Profesional y que proceden de un radio de acción muy amplio, ya que es la única EFA femenina de Aragón.
Su tercer número da cuenta de una serie de actividades entre las que destaca el II Encuentro de las E.F.A. de Aragón , celebrado en el marco de FIMA 86 y la visita que los alumnos efectúan a la Feria Agrícola de París, para visitar el SIMA (Salón Internacional de Maquinaria Agrícola) en su 57 edición que llegaba a presentar en 140.000 m2 más la superficie al aire libre, todo, absolutamente todo, lo necesario para la agricultura y ganadería, un viaje organizado desde Barbastro y que constituyó una experiencia positiva para los alumnos, pues tuvieron por primera vez la oportunidad de comprobar y conocer la situación de la agricultura en Europa y las diferencias con la agricultura española. Se enriquecen las páginas de este número con un estudio sobre el ganado ovino de carne en la CEE, más la sección “Informe” que plantea “El Suelo” como soporte físico de la planta y su más cualificada fuente de alimentos, analizando y pormenorizando apartados como: la permeabilidad, el poder retentivo de agua, la tensión de humedad en atmósferas, salinidad, etc.
Una publicación especializada creada para informar a un sector importante de la sociedad aragonesa, como son las familias y alumnos agricultores de estas escuelas, que cumplió su misión en unos años en los que era necesaria no solo la formación, sino también la información, ya que la agricultura tenía sobrevolando sobre ella, el famoso “Tratado de adhesión de España a la C.E.E.” que abría numerosos interrogantes. Por otra parte, esta publicación abrió como es lógico, la puerta a otros informativos que desde las seis escuelas aragonesas se irían creando al objeto de dar una mayor y más centralizada información, todo ello sería fruto de un esfuerzo digno de alabanza que no cesó por parte del Comité Regional de Escuelas Familiares Agrarias y sobre todo, de ese Consejo de Redacción, pues no es fácil para los no profesionales de la información coordinar seis fuentes informativas y toda la incidencia exterior sobre el sector agrícola.
Bizén D’O RÍO MARTÍNEZ
